Tuesday, November 15, 2011

El masacre se pasa a pie (II)

En este pasaje el narrador da cuenta de que toda esta “historia de impiedad, despotismo y crímenes cometidos por los haitianos” que aprendió en la escuela fue nada más que un producto de los prejuicios—esa historia que aprendió contradice lo que está experimentando ahora en la vida real. Los criminales no son los haitianos sino los dominicanos que los matan. La gente dominicana había sido condicionada a creer que los haitianos son ladrones y criminales—que son una raza primitiva e inferior. El narrador se da cuente de que esa manera de pensar es una construcción social—algo que creía porque el gobierno quería que lo creía. Eso me hace preguntarme si algunas cosas que tal vez yo creo sean nada más que una construcción social o si sean cosas que creo de mi propia voluntad. Para mí, eso es una posibilidad que me da un poco de miedo.

Tuesday, November 8, 2011

El masacre se pasa a pie

“Que dique poique roban vaca!... Tan bien!... pero yo no tengo vaca ni diablo que robaime!... Y los que tienen vaca, como los Herrera, en Dajabón dejan caé muerto a uno y no le dan una gotica de leche, aunque se le pieida.”

En este pasaje, unos soldados de “El Corte” están quejando del tener que matar a gentes inocentes. Muchos de los soldados no matan a los haitianos de su propia voluntad sino que la única razón que lo hacen es porque han recibido órdenes del “Superioi Cumando”—alguien que nunca han conocido. Esos soldados son como robotes que hacen todo lo que les manden sus jefes—actúan de la manera en que fueron “programados”. En este pasaje en particular, el soldado dice que la razón que están matando esas personas es porque, según sus comandantes, los haitianos son ladrones que “roban vaca[s]”. Sin embargo, a este hombre no le persuade ese argumento porque él “no [tiene] vaca ni diablo que [robarle]” y también implica que los que sí tienen vacas (“como los Herrera”) merecen ser robados porque ellos “dejan [caer] muerto a uno y no le dan una gotica de leche, aunque se le [pierda].” Todo ese diálogo entre los soldados muestra el poder absoluto que tiene el gobierno sobre los ciudadanos (esp. sobre los soldados). Aunque ellos no creen que lo que están haciendo sea ético, lo hacen a pesar de todo porque recibieron “órdenes” de hacerlo (un tipo de “lavado de cerebro” por el parte de los que tienen el control).